Monday, August 19, 2013

Ray Bennett y Colin Carter nos envían este agradable FLASH sinfónico


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Cosas de la vida, ¡cosas del rock progresivo! Justo en el año en que el guitarrista Peter Banks abandonó este mundo es cuando el grupo FLASH (formado por él junto con Colin Carter tras ser expulsado de YES) concretiza su largamente anunciado regreso al mercado fonográfico: un regreso que se ha estado gestando a paso lento pero seguro desde fines de 2009. El título del disco es muy explícito respecto a la situación de este retorno: “Flash Featuring Ray Bennett & Colin Carter” – o sea, se trata de un proyecto dirigido a dúo por el vocalista y el bajista de esa formación clásica que operó entre 1972 y 1974. Carter se hace cargo de la voz principal, como siempre, además de la guitarra rítmica, mientras que Bennett se multiplica en las guitarras eléctricas y acústicas, bajo, teclados, percusión y coros. La verdad que este retorno de FLASH se siente bastante genuino en muchos sentidos, pues fue justamente el dúo de Bennett y Carter el que se hizo cargo de crear la casi totalidad del repertorio de los dos últimos discos del grupo en su primera fase, “In The Can” y “Out Of Our Hands”; Peter Banks también iba a ser de la partida, pero pronto se vio que no quería encajar del todo dentro de este plan maestro. Con el teclista Rick Daugherty y el baterista Mark Pardy, el bloque reformado de FLASH se completa para la realización del disco. En líneas generales, cabe elogiar a este disco principalmente por estas dos razones: a) las composiciones están bien centradas a través de sus variantes que van saliendo a colación; y b) los desarrollos instrumentales otorgan generosos espacios para la elaboración de oportunas florituras para que los desarrollos melódicos adquieran su debida coloratura sinfónica. El dúo no ha estado aletargado en esta grabación exactamente: también ha formado parte de algunos festivales de rock progresivo.


La banda he recuperado a plenitud la esencia originaria que caracterizó sus dos primeros trabajos, especialmente el segundo “In The Can”… pero con el valioso beneficio de los teclados. Teniendo en cuenta que el grupo no aprovechó la ocasión de tener una posición fija de teclista (peculiar es esa anécdota en la que el grupo rechazó la posibilidad de contar con Patrick Moraz para reemplazar a Tony Kaye, quien se había ofrecido como colaborador especial en el homónimo disco debut), podemos decir que la dinámica sonora forjada en este álbum es un “ajuste de cuentas” histórico con aquellos detalles que quedaron pendientes en el esquema de trabajo de FLASH. Los primeros 6 ½ minutos del disco están ocupados por ‘Night Vision’, una canción empapada de contagioso vitalismo a través de su prístina ingeniería melódica: la presencia de limpios solos de guitarra, refinados teclados orquestales y bellos arreglos vocales garantiza que sea una apertura atractiva para el fan progresivo promedio. A continuación sigue la dupla de ‘Hurt’ y ‘Something So Dark’, ocupando conjuntamente un generoso espacio de 16 ¾ minutos: la magia particular de ‘Hurt’ es que se trata de una versión de una canción original de NINE INCH NAILS (de su muy celebrado disco de 1994 “The Downward Spiral”) que FLASH transforma en un ejercicio de psicodelia pesada, con un pathos sabiamente domesticado por una aureola de preciosismo típica del estándar sinfónico; por su parte, ‘Something So Dark’ vuelve a la calidez de ‘Night Vision’ pero con una actitud más ceremoniosa y una interesante inclusión de cadencias jazz-rockeras en el arreglo rítmico.


‘Manhattan Morning’ es resucitado del lado B de aquel lejano tercer álbum “Out Of Our Hands” para adquirir ahora un arreglo un poco más aguerrido, respetando su espíritu primigenio: una idea que obviamente sirve para sopesar el nivel de energía expresiva que aún se mantiene en el centro neurálgico del ideario musical de FLASH. El empleo de bajo sin trastes aporta útiles ornamentos en pos de realzar el dramatismo romántico de la melodía central; otro detalle que cabe mencionar es el pequeño clímax de cierre, el cual enfatiza elegantemente la crepuscular emotividad inherente a la canción. ‘Into The Sun’ emerge acto seguido para seguir adelante con la pista dejada por ‘Something So Dark’, incluso insuflándole una mayor melancolía en sus atmósferas y vibraciones; también se hacen notar en algunos aspectos de la base instrumental ciertos nexos con la etapa 67-68 de THE BEATLES. Dado que en ciertos momentos estratégicos se da una rotunda pesadez en los guitarreos, la pieza sabe conservar su aura de exaltación a través de sus casi 8 ½ de duración. ‘Grand Canyon’ guarda varios rasgos de familia con la exquisitez patente que inmediatamente antes habíamos percibido en ‘Something So Dark’ y ‘Into The Sun’, pero esencialmente su mérito particular reside en su gracilidad bien llevada a través de los expansivos desarrollos de su cuerpo central – también dura más de 8 minutos. Las tres canciones más breves del álbum son precisamente las tres últimas: ‘Morpheum’ es un instrumental sólido y marchoso, una pieza que no hubiera estorbado en un solista de STEVE HACKETT como “Guitar Noir”; ‘10,000 Movies’ es la muestra decisiva de electricidad rockera con un filtro melódico tremendamente candoroso, casi al modo de una síntesis entre el YES de los 80s y el de los 90s; finalmente, el otro instrumental ‘Richerd Of Venice’ culmina el repertorio con un aire de etérea calma, destacando la presencia del piano como guía para el desarrollo melódico.

Desde nuestro encuadre estético personal, destacamos ‘Something So Dark’, ‘Grand Canyon’ y la versión de ‘Hurt’ como lo más espléndido de este muy bonito y refinado disco, pero en general cabe reconocer que su valor principal reside en la arquitectura sónica que articula el repertorio íntegro dentro de una unidad estilística que funciona de forma coherente sin aburrirnos. Tras el impulso iniciado por un Peter Banks con “ganas de revancha”, FLASH sostuvo su legado sobre los hombros y mentes de Ray Bennet y Colin Carter: “Flash Featuring Ray Bennett & Colin Carter” refleja cabalmente que esta actual resurrección se guía bajo las mismas pautas.



Hurt [version de un tema original de NINE INCH NAILS]: http://www.youtube.com/watch?v=NqXE_ZWIPO8

Ensayando el clásico Children of the universe: https://www.youtube.com/watch?v=7Jhbb7OI0o8

No comments: