Monday, December 01, 2008

BIRDS AND BUILDINGS, la gran sorpresa prog 2008 desde los EE.UU.


BIRDS AND BUILDINGS es el nombre de un ensamble progresivo norteamericano compuesto principalmente por músicos que ya han compartido cartel en bandas como CEREBUS EFFECT y DELUGE GRANDER. “Bantam to Behemoth” es el título de su gema discográfica que ya ha llamado poderosamente la atención de variados y diversos comentaristas internautas en e-zines progresivos de todo el mundo. Se trata de una obra que muestra sus influencias añejas sin por ello dejar de sonar revitalizadora y sugerente bajo sus propios términos: la psicodelia espacial, los vericuetos jazzeros a lo RETURN TO FOREVER y la aureola distinguida del Canterbury son las principales fuentes de inspiración para Dan Britton (telcados, guitarras y canto), Malcolm McDuffie (batería), Brian Falkowski (saxos, flauta y clarinete) y d’Annon (bajo y guitarras), músicos que cuentan con bastante espacio para demostrar sus dosis individuales de solvencia y sensibilidad dentro de un sonido grupal muy compacto y bien afiatado.

‘Birds Flying Into Buildings’ da inicio al disco con una actitud frenética, la misma que se plasma en una bien articulada dinámica encuadrada entre la batería y los teclados (cortinas de mellotron y vuelos de piano eléctrico): el factor jazzero desplegado por la dupla rítmica ayuda a agilizar la potente psicodelia que conforma el núcleo de la pieza, la misma que nos recuerda a una cruza entre RETURN TO FOREVER, GONG y un GUAPO bien “magmeado”. Las cosas giran hacia una dimensión más lírica y relajada con ‘Terra Fire’, aunque el aspecto cósmico de la pieza precedente se perpetúa todavía en cierta medida gracias a las cortinas flotantes de mellotron; por su parte, el saxo y la batería preservan la vibración jazzera, y así pues, el gancho de la pieza. Realmente se sienten muy cortos sus 3 ½ minutos de duración. ‘Tunguska’ se pasa a una dimensión más profunda de la línea introducida en el tema precedente, plasmando unas cadencias étnicas espaciales que nos pueden recordar en parte a EMBRYO mezclado con el SOFT MACHINE del “Third” y el HILLAGE de “Fish Rising”. Al pasar a una sección más agresiva, las cosas se ponen momentáneamente en un tono VAN DER GRAAF GENERATOR, tras lo cual el elemento jazz-rock es retomado con más vigor. La coda porta el boato propio del sinfonismo más clásico. ‘Caution Congregates and Forms a Storm’ comienza con un colorido cálido emanado por la inteligente armazón de guitarra acústica, piano, mellotron y flauta: una vez que entra la batería, el contexto se intensifica un poco pero la instrumentación principal sigue casi igual. El carácter general de la pieza transita entre un romanticismo grisáceo y ambientaciones pastorales etéreas, algo así como una conjunción de ANTHONY PHILLIPS, PULSAR, HAPPY THE MAN y PFM. Los casi 11 minutos que dura el tema pasan volando, y ciertamente el esquema sonoro del tema parece retratar musicalmente el cielo que sirve de marco para dicho vuelo. Las cosas siguen un sendero muy parecido con ‘Chronicle of the Invisible River of Stone’, enfatizando la vertiente sinfónica y apelando a atmósferas más intimistas. La inclusión de algunos pasajes de inspiración renacentista ayuda a mantener un aura distinguida, mientra que el ingreso de otros momentos más densos (guiados por el mellotron y el sintetizador) permite continuar con las cadencias espaciales a los cuales es tan afecta la banda. ‘Yucatan 65: The Agitation of the Mass’ reitera una vez más la preeminencia de desarrollos líricos con guitarra acústica, mellotron y flauta, pero esta vez el asunto resulta menos sinfónico y más fusionesco (incluyendo ambientes mediterráneos y arábigos de manera dosificada). Esto se ahonda cuando llegamos a la segunda mitad, la cual plasma un híbrido de EMBRYO y SOFT MACHINE, con algo del OLDFIELD de “Hergest Ridges” – un híbrido enérgico que no chillón. ‘Chakra Khan’ establece un dinamismo muy afín al que impregnaba al tema de apertura, sonando casi a una mezcla de BRAND-X y WIGWAM. Como siempre, los efectos cósmicos de sintetizador entran a tallar para aportar algo peculiar al entramado instrumental. El órgano tiene un sonido añejo entrañable, parecido al que escuchamos en los discos de COLOSSEUM y ARZACHEL. El solo de saxo me recuerda a Dick Heckstall-Smith, dicho sea de paso. ‘Battalion’ parte de la electrizante vibración precedente y la orienta hacia un aumento de la robustez. Eso último permite, de rebote, establecer un juego más pronunciado de contrastes entre el jam jazz-rock que ocupa el núcleo de la primera parte con el jam más psicodélico y contenido que ocupa casi toda la segunda mitad, antes de la intensa coda que concluye la pieza con gran esplendor. ‘Sunken City Sunny’ cierra el disco con un intimismo onírico y envolvente: se trata de un ejercicio de languidez dedicado a evocar una espiritualidad relajada y contemplativa. Algo así como una balada de HAWKWIND reciclada por un conglomerado de músicos de Canterbury y krautrock.

“Bantam to Behemoth” es un ítem infaltable en futuras listas Top 10 del progresivo en el año 2008 y BIRDS AND BUILDINGS es un referente esencial para el género progresivo realizado en los EE.UU. durante este año 2008 que ya se nos está yendo.

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