Wednesday, January 28, 2015

La permanente vigencia de GONG


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

GONG sigue vivo y coleando… y sacando nuevos discos, como es el caso de “I See You”, obra publicada en la primera quincena de noviembre pasado, tanto en formato de CD como de doble LP, por el sello Madfish. Tras ese maravilloso momento de reencuentros musicales de gran altura que supusieron la grabación del “2032” y su consiguiente gira con Daevid Allen, Steve Hillage, Gilli Smyth, Miquette Giraudy y Mike Howlett, entre los años 2009 y 2010. Tras esta aventura especial, GONG han seguido activos con una regularidad no exhaustiva pero sí sostenida. Para esta ocasión presente del nuevo disco “I See You”, los compinches de Allen conforman un ensamble muy cosmopolita donde interactúan los guitarristas Kavus Torabi y Fabio Golfetti (de GUAPO y VIOLETA DE OUTONO, respectivamente), el saxofonista-flautista Ian East, el bajista Dave Sturt y el baterista Orlando Allen. Este último es hijo de Daevid Allen y Gilli Smyth, y cabe señalar que Smyth también participa en el álbum aportando susurros y tarareos cósmicos aquí y allá. El proceso de grabación del disco se ha realizado juntando archivos de los diferentes inputs que se grabaron en diferentes estudios repartidos en varios lugares del mundo: nada extravagante para un grupo que siempre tuvo alineaciones cosmopolitas. De todas maneras, la oportunidad estaba dada para que casi todos ellos coincidieran geográficamente en los conciertos de la gira de promoción del álbum en varios lugares del Reino Unido y de Europa continental, pero… la actual quimioterapia que está siguiendo el maestro Allen para combatir el cáncer que le afecta le obligó a quitarse de en medio. Si bien la idea de un GONG sin Allen fue discutida y aceptada por todos los involucrados, resulta que al final tampoco se realizó la gira completa porque el cambio de planes supuso una larga cantidad de postergaciones en la agenda inicialmente acordada: de todas maneras, fue un gusto que el nuevo ensamble – en su mayor parte – pudiera dar algunos conciertos a inicios del año 2014, incluyendo algunas fechas en escenarios brasileños y chilenos. Por lo que queda ahora de concreto, solo tenemos el nuevo disco de estudio de GONG a la mano; eso no está del todo mal, y de hecho, se trata de un excelente disco que ahora pasamos a revisar detalladamente.


La canción homónima abre el álbum elaborando desde el punto de partida un groove ágil en clave Latin-jazz, el mismo que opera como motor crucial para el ensamble instrumental y el canto particular de Allen. El tono juguetonamente cósmico que llena a la aureola oriental de esta primera canción encuentra su oportuno contraste cuando emerge ‘Occupy’, un viaje sofisticado de casi 3 minutos de duración donde el grupo explora recursos contundentemente pesados en alternancia con algunos interludios más constreñidos que sirven para aportar una interesante diversidad al asunto; los momentos pesados nos recuerdan al tiempo de “Camembert Electrique” y, en cierto modo, a HAWKWIND. ‘When God Shakes Hands With The Devil’ trabaja con un dinamismo funky dentro de una modalidad serena de jazz-rock; así, el ensamble puede explorar campos más sutiles de expresión, especialmente en los elegantes ornamentos provistos por los vientos de East. Por su parte, ‘The Eternal Wheel Spins’ se enfila clara y consistentemente en un tempo frenético en el cual Allen y sus compinches crean un dinamismo tan rotundo como llamativo, logrando así tender puentes bien definidos con el tipo de expresiones space-rockeras que hemos disfrutado en los últimos trabajos de GONG. Hay ciertos resabios de influencias del maestro Steve Hillage en los abundantes fraseos protagónicos de las guitarras, absortas en un inocultado frenesí. Con la secuencia de ‘Syllabub’, ‘This Revolution’ y ‘You See Me’, la banda nos remonta ahora a los tiempos del “You”, y con esto nos referimos a los cánticos farsecos sostenidos por complejas armazones de síncopas y el empleo de un jam fusionesco para dar campo a la exhibición del saxo (‘Syllabub’), además del llamado a la conciencia que solemnemente evoca Allen sobre flotantes capas de sintetizador, guitarra y saxofón (‘This Revolution’), para finalmente llevarnos a la vitalidad cuasi-circense de ‘You See Me’ dentro de un encuadre que se siente luminoso e inquietante a la vez. A través de toda la extravagancia patente y combatiente de esta propuesta musical de GONG se trasluce una actitud de optimismo de la mente humana ante el espectáculo global del Universo, un optimismo que halla su correlato sónico en la electrizante amalgama de guitarras y saxofón que se refuerza en los últimos pasajes de ‘You See Me’.


‘Zion My T-Shirt’ se explaya enfáticamente en climas exóticos, comenzando con un preludio de cánticos que emulan los coros infantiles del Extremo Oriente, y luego reforzándose con un complejo viaje suntuosamente ornamentado con aires arábigos sobre un groove propio de los estándares jazz-progresivos. Se trata, de hecho, de una de las composiciones más complejas que ha hecho GONG desde aquel año 1974 cuando el grupo completaba su trilogía de “Radio Gnome Invisible” y Allen dejaba la banda junto a su compañera Gilli Smyth. ‘Pixielation’ nos lleva a una cuidada armazón jazz-rockera de extravagancias farsescas alternadas con exploraciones de cadencias psicodélicas, algo propio de la época de “Flying Teapot” y “Angel’s Egg”. ‘A Brew Of Special Tea’ es un breve puente marcado por un diálogo entre un ser extraterrestre y el mismo personaje de Daevid Allen, el mismo que nos lleva hacia ‘Thank You’. Esta pieza se sostiene bajo un clima permanente de blues-rock psicodélico, con inteligentes manejos de claves disonantes en las interacciones entre las guitarras de Torabi y Golfetti: nos suena un poco a FRANK ZAPPA, pero también a los momentos más agrestes de aquel lejano “Bananamoon”, el primer disco solista de Allen. La segunda parte de la letra sirve para que el líder de esta maquinaria musical dé las gracias a muchas cosas, casi como mirando a su carrera y su vida desde una perspectiva totalizante que entiende algo como acabado desde todos sus aspectos y fronteras. En general, la grandeza de ‘Thank You’ reside en que logra hacerse eco de ciertas preocupaciones urgentes de quien lleva la voz cantante mientras utiliza una atmósfera campechana reciclada con suficientes dosis de sofisticación progresiva. Mark Robson colaboró en los teclados en este tema.


Tras todo esto, quedan 9 ½ minutos del repertorio que son llenados por ‘Shakti Yoni & Dingo Virgin’: lo que tenemos aquí es un epílogo minimalista donde la legendaria guitarra glissando de Allen, junto con los efectos de sintetizador y las ensoñadoras vocalizaciones de Smyth, parece proyectarse hacia un viaje metafísico que trasciende a los confines de la vida terrenal. Pero, a fin de cuentas, ¿qué significa toda esa serie de muestras de agradecimiento en ‘Thank You’?, ¿acaso una retrospectiva de una vida ya vivida? ¿Y qué simboliza esa muralla de sonidos cósmicos en ‘Shakti Yoni & Dingo Virgin’? ¿Acaso la partida hacia una vida más allá del mundo terrenal? ¿O un mensaje anticipado de despedida? Muchas suspicacias pueden despertarse en nuestra mente al ir escuchando estos últimos pasajes de “I See You”, pero lo que nos parece claro y distinto, sin lugar a dudas ni suspicacias,  es que se trata de una gran obra que dignifica y revitaliza el legado de GONG, instaurándolo como parte real y consistente del presente de la vanguardia rockera mundial.


Muestras de “I See You”.-
Zion My T-Shirt: https://www.youtube.com/watch?v=Rb7oiIkQym4

2 comments:

Rafael GonzalezPelestor said...

Maravilloso Blog, Felicidades.. Nunca dejes de compartir tanto conocimiento. Después de leerte aquí me doy cuenta que el Progresivo no esta muerto como creía.. Fabuloso trabajo

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias por tus elogiosas palabras... y sí... ¡el progresivo sigue vivo!