Monday, September 09, 2013

ALTABLANCA - el legado de la primera generación progresiva mendocina


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es un momento muy especial porque presentamos a ALTABLANCA, banda argentina que se erigió en una de las fuerzas progresivas vitales del circuito de Mendoza entre 1976 y 1983. Su propuesta sonora era bella y enérgica, resuelta con soltura técnica y ejecutada con una creatividad única, y menos mal que no queda enterrada en la memoria de aquellas generaciones que la vieron en acción porque el sello Viajero Inmóvil, merced a la ardua labor de Mario Mátar (guitarrista fundador) y Erni Vidal, realizada en La Vizcachera Studio, acaba de publicar “En vivo Mendoza ‘81”, un registro de los dos recitales que ALTABLANCA dio en el Teatro Independencia de Mendoza el 16 de noviembre de 1981. La formación de aquel entonces consistía en: Mario Mátar a la guitarra, Daniel Martín a la flauta y la guitarra, Jorge Aguerre al bajo, Jorge Zangheri a los teclados, Carlos Corvalán (apodado Pajarito) a la batería y Susana Nalldi (apodada ‘La Turca’) al canto y la guitarra acústica. Desde su formación en 1976, en épocas anteriores a la de este concierto, habían pasado por la banda el bajista Javier Segura, el flautista Pablo Romagnoli, el guitarrista Daniel González (en tándem con Mátar), el bajista Daniel Soria, Natalio Faingold que empezó como baterista y luego pasó al rol de teclista, el baterista Eduardo Aveni, etc.


El trabajo de rescate, masterización y posterior edición se concretó en dos etapas: primero, entre 2000 y 2005 inclusive, mientras Mátar y Vidal seguían activos en ZONDA PROJECKT (otro genial ensamble mendocino), y luego, a partir de 2010, se retomó el asunto que se extendió hasta el presente año 2013. Más detalles sobre este heroico proceso de “arqueología progresiva” de este material se pueden leer en la entrevista a Erni Vidal publicada en el enlace de Diario Uno http://www.diariouno.com.ar/espectaculos/El-legado-de-Altablanca-toma-forma-30-aos-despues-20130717-0002.html. Por nuestra parte, repasamos ahora el repertorio del disco, ¿vale?

‘Preludio II’ pone en marcha la maquinaria de ALTABLANCA con una aureola Cameliana manejada y desarrollada con un lirismo envolvente y conmovedor: el motivo central es explotado en un continuum que nunca se agota. Luego sigue ‘El Burlón De La Floresta’, que en un espacio un poco menor de 4 minutos exhibe un dinamismo colorido y lúdico donde las complejidades del esquema rítmico de inspiración fusionesca se desarrollan con total soltura. ‘El Vértice Del Peine’ es uno de los definitivos momentos cumbre de este catálogo: en efecto, su cuerpo central, que nos suena a un híbrido de RETURN TO FOREVER y YES, impone una fuerza de carácter atrapante a través de su intrincada arquitectura sónica. La dupla rítmica se luce de forma especial aquí, permitiendo que el tremendo lucimiento de Mátar cuente con un apoyo sólido. Pero… justo cuando el oyente necesita un momento de respiro tras este enorme despliegue de fastuosidad netamente progresiva, llega ‘Paso a La Vida’, una ambiciosa composición dividida en dos extensas partes que juntas suman una duración de 16 minutos. La Parte 1 elabora una atmósfera cálida, desarrollada con un prístino uso de la sutileza que no acalla en lo absoluto la etérea belleza que signa la primera sección ni el crescendo manierista que emerge posteriormente tras un interludio cósmico. La Parte 2 torna hacia una dramática solemnidad en base a un esquema instrumental ceremonioso y un canto de Susana Talldi que se hace eco del apasionado clamor existencialista plasmado en las letras. La armazón general de este concepto tiene aires de familia con M.I.A., PINK FLOYD y LE ORME que se pueden advertir como puntos de referencia. Con un gran comienzo provisto por los dos primeros temas y una cima continua generada por los tres temas siguientes, el éxtasis melómano es inapelable y contundente. Pero hay más, y a eso iremos en el siguiente párrafo.


‘Noviembre’ es una composición de Faingold que conjuga a la perfección, dentro de un esquema rítmico relativamente reposado, los matices estilizados del sinfonismo en su más pura expresión y el swing del jazz-rock, haciendo un buen uso de los explayamientos melódicos en curso. Vale también destacar el intenso solo de sintetizador que emerge cual exquisita tormenta de luz hecha sonido durante el clímax crucial de la pieza (imaginemos un híbrido de EMERSON y WATKINS para hacernos una idea de esa explosiva luminosidad del sintetizador). ‘Shayton’, por su parte, ofrece un ejercicio de blues-rock progresivo al estilo esencialmente argentino de INVISIBLE y PESCADO RABIOSO: Nalldi incluye algunas palabras en árabe en su canto. ‘Aires De Tango Para Una Mujer’ y ‘Explicaciones (De Lo Nuestro)’ siguen adelante con el show enfatizando la faceta contemplativa del grupo: el primero exhibe amables climas bucólicos bajo la guía de la flauta, mientras que el segundo se concentra relajantes armazones armónicas con la guitarra y el teclado llevando al alimón el posicionamiento protagónico. El concierto termina con otra excitante cúspide: ‘Athenágoras’. Esta pieza porta un dinamismo efectivo y atractivo en base a un bien articulado swing que nos puede hacer evocar los estándares de HAPPY THE MAN, GILGAMESH y YES... e incluye un portentoso solo de batería a cargo de Corvalán. La ovación final del respetable es una recompensa justa a tanto despliegue de ingenio musical, y sobre todo, es un eco de la deliciosa adrenalina explayada en esta pieza de cierre.

 

Además de estos 10 temas que hemos repasado, el disco contiene 3 bonus tracks registrados en un par de demos de estudio: el primero data de 1983, los otros dos del año 2000. ‘Tema De Zarkeff’ es una envolvente exhibición de ensoñadora delicadeza melódica que se manifiesta como un poderoso sortilegio de mágica melancolía. Por su parte, la dupla de ‘En El Parque’ y ‘Se Esconde El Viento (Duerme)’ nos hace pasar por sendas muestras de serenidad bucólica, la primera marcada por el dueto de guitarra acústica y flauta, la segunda, por la guía alternada del canto de Susana y el violín del invitado Rodolfo Castagnolo.


Se ha dado en el pasado la confluencia de un pecado y de un crimen: el pecado estuvo en manos del destino y el crimen, en manos del mainstream de la industria fonográfica argentina de aquellos fines de los 70s, el pecado y el crimen de haber arrojado al limbo la magnífica labor creativa de ALTABLANCA para dignificar el ideal del rock progresivo. Ahora con la edición de “En Vivo Mendoza ‘81” los coleccionistas de rock artístico de todos los tiempos y lugares podemos redimirnos grandemente de las secuelas de ese crimen y ese pecado. ¡ALTABLANCA vive!


Muestras de “En Vivo Mendoza ‘81”.-

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