Friday, June 03, 2011

Una nueva acción de DAAL reconstruye el lenguaje actual del rock progresivo











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El dúo italiano DAAL vuelve a las andadas con su particular manera de replantear y reavivar la vibrante lógica del eclecticismo, esencial en el género progresivo, para la escena actual del susodicho género: la nueva afirmación de su propuesta musical se titula “Destruktive Actions Affect Livings”. Dicha propuesta retoma y reaviva la visión musical compartida por el teclista Alfio Costa y el baterista/percusionista Davide Guidone, plasmada por primera vez en “Disorganicorigami” un par de años atrás. Una peculiaridad especial de este disco es que hay una edición limitada del mismo con un disco extra, un disco adicional titulado “Echoes Of The Falling Stars”, el cual queda constado como tercer disco oficial de la banda: las ganancias pro las ventas de este formato doble irán directamente a Peter Pan, una fundación que apoya a los niños con cáncer (www.peterpan.it). Aquí comentaremos solamente la versión “normal” de “Destruktive Actions Affect Livings”.

La secuencia de las canciones ‘Redroom’ y la desafiantemente titulada ‘AnarChrist’ abre el disco con una espectacular combinación de polenta y exquisitez. ‘Redroom’ suena como un híbrido de la banda sonora de “Eraserhead” y los estilizados vuelos lisérgicos que TANGERINE DREAM proyectó en su suite ‘Phaedra’, todo ello dentro de los restringidos confines de un prólogo de 2 ½ minutos; acto seguido, ‘AnarChrist’ emerge como un notable ejercicio de chamber-rock electrónico mezclado con dinámicas estructuras de base kraut, aires sinfónicos oscuros (casi escandinavos) y dejes crimsonianos, resaltando el aura cibernética motivada por el rol protagónico de los sintetizadores. ‘Noises From An Interlude’ comienza con ruidos de pasos y una puerta que se abre, y lo que sucede al abrirse la puerta es un juego caótico de ambientes lúdicos que se explayan en lo psicodélico de una manera más “domesticada”, un juego que concluye con el cierre de la puerta; de este modo se prepara el camino para ‘Level 6666’, pieza que se complace en desarrollar una atmósfera sinfónico-psicodélica no exenta de colores exóticos de raigambre arabesca, y también absorta en sutiles ambientes tenebrosos que pueden hacernos evocar un poco a GOBLIN. ‘The Dance Of The Drastic Navels, Part II’ es un intense viaje musical de casi 17 minutos de duración que prosigue por la senda la suite que ocupaba el centro del disco predecesor “Disorganicorigami”. La solemnidad contemplativa reina en el desarrollo de la pieza, a lo cual ayuda mucho el cálido canto del bajista invitado Guglielmo Mariotti; los adornos percusivos y los variados ornamentos delineados por los sintetizadores enriquecen de forma relevante, que no ostentosa, la sencilla base armónica sobre la cual se sostiene la composición. En la frontera del séptimo minuto se va gestando una “revolución interna” dentro de la arquitectura de capas y loops sintetizados, lo cual lleva al bloque instrumental a derivar en un sólido ejercicio de space-rock poco antes de llegar al octavo minuto y medio. Este ejercicio parece una idea abandonada por el HAWKWIND de “Hall Of The Mountain Grill” que fue rescatada y remodelada por una asociación de dos músicos del TD clásico, un teclista de OZRIC TENTACLES y Nick Mason, todos unidos en la misión de llegar pronto a un breve pasaje descoyuntado, con un filo aleatorio “estratégicamente anti-climático”. Así se abre un viraje hacia un motivo que oscila entre lo psicodélico y lo sinfónico, alternando pasajes de carácter clásicamente armónico con interludios disonantes que aluden a una grisácea inquietud. En los últimos dos minutos y pico, el esquema sonoro pasa a asentarse sobre ambientes reposados donde la serenidad y la sensación de estar perdido en medio de algo misterioso parecen fundirse con impoluta fluidez.

Parece como si con ‘The Dance Of The Drastic Navels, Part II’ el disco hubiera llegado a la culminación de una sección y el anuncio de una posterior: al menos, eso es lo que se puede deducir del modo en que ‘Cry-Hologenic’ recoge ese aire de reposado misterio que marcaba las últimas instancias de la suite previa, transformándolo en un etéreo viaje abstracto donde la dialéctica minimalista compartida por los casi cinematográficos ambientes de los teclados y la batería suavemente tribal refleja el poder impersonal de la tecnología como forjador de una realidad que se impone a lo largo de todo el orbe. ‘Aglatarium’ refleja recién la primera aparición del elemento jazzero a la cual la dupla de Costa y Guidoni nunca ha sido ajena: a pesar de su inherente melancolía crepuscular, esta pieza parece celebrar los colores sobrios de la placidez y la sencillez, colores intimistas que brillan sin cegar, indiferentes a la opresión mecanicista retratada en piezas anteriores. Pero... ¿qué es eso que surge poco antes del tercer minuto y medio? – un giro radical aunque bien conectado hacia un fastuoso interludio que tiene algo de floydiano y de vandegraffiano, no precisamente extenso pero ejerciendo el suficiente impacto como para manchar de invisible densidad el reposado bosquejo introspectivo dibujado por los sobrios fraseos de piano en el cierre. La pieza homónima, que ocupa un espacio de 10 minutos, tiene una primera mitad focalizada en surrealistas climas electrónicos que exudan por todos sus poros aromas y esencias krautrockeras: el CLUSTER de los primeros discos, el aura espiritual de YATHA SIDHRA y el primer POPOLO VUH, además de algunos delineamientos inescrutables al estilo del VANGELIS de “Beauborg”, son exorcizados fehacientemente en los climas sónicos que van flotando como destellos inalcanzables de pulsares. Después de pasada la barrera de los 5 minutos, el dúo se reorganiza para comenzar con un paseo por los terrenos del jazz industrial y terminar con un jam space-rockero marcado por una controlada agilidad. La clausura del disco llega con ‘Memories Of Old Pictures’, pieza muy atmosférica que está mayormente estructurada en torno a un hermoso motivo de piano que viene oportunamente aumentado por lánguidas orquestaciones de teclado en el trasfondo y serenas florituras jazzeras de saxo que salen más al frente; una extravagancia final del disco, al más puro estilo DAAL, es la inclusión de un interludio cósmico-electrónico que parece inspirado en el TD de la etapa de “Logos” y “Hyperborea”, antes de que el motivo de piano inicial imponga una actitud reflexiva para los instantes finales del disco.

Como balance general, cabe indicar que “Destruktive Actions Affect Livings” encarna una oferta sónica más focalizada que la presente en el impresionante disco debut “Disorganicorigami”. Mostrando aún la fidelidad a las diversas coordenadas estilísticas que esta energética dupla de Costa y Guidone convierte en ingredientes perfectamente integrados en un esquema sonoro dinámico y sorprendente, se nota que este nuevo disco se ha armado bajo un plan arquitectónico más compacto – las mismas cualidades bajo una luz más diáfana y una iluminación más ordenada. DAAL se mantiene, entonces, como una voz única dentro de la amalgama de variantes musicales progresivas que sigue existiendo y persistiendo en Italia.


Muestras de “Destruktive Actions Affect Livings”.-
Anarchrist: http://www.youtube.com/watch?v=getqGlordM4
Level 6666: http://www.youtube.com/watch?v=Q91R4gF-GYg
Memories Of Old Pictures: http://www.youtube.com/watch?v=ItWcqUS45Gw


[Dedico esta reseña a mi amigo progresivo Alfredo Rojas, el hombre de la magia digital]

1 comment:

César Inca Mendoza Loyola said...

Ver el enlace http://autopoietican.blogspot.com/2010/06/daal-un-origami-disorganico-hecho-rock.html para revisar mi reseña sobre el primer disco de DAAL.