Saturday, May 14, 2011

Una nueva era en la foresta musical de ALDO PINELLI











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Llegó el día para comentar el nuevo trabajo solista de ALDO PINELLI La Era De Melania: Mujeres, Lugares Y Momentos”, o “La Era De Melania” para nombrarlo de forma más resumida. Un año después de que el grupo HÁBITAT editara el que hasta ahora es su mejor trabajo fonográfico, “Tratando De Respirar En La Furia” (de hecho, uno de los mejores discos de prog sinfónico que ha producido la escena argentina en los últimos años), su líder ALDO PINELLI regresa a su propia visión focalizada en sonoridades coloridas de base acústica, a veces introspectivas, a veces animadas, a veces en alguna posición intermedia, pero siempre bien articuladas a través de desarrollos melódicos claramente delineados y elegantemente dibujados. Las influencias de ANTHONY PHILLIPS, el lado folk de MIKE OLDFIELD y la faceta acústica de STEVE HACKETT son obvias, así como los intereses por los legados del Renacimiento, el Barroco, la trova estilizada y el folklore celta: toda esta amalgama de recursos evidencia que PINELLI es capaz de dejarse llevar por sus intereses progresivos incluso en empresas musicales como ésta.

El disco comienza con ‘Estudio 3’, un hermoso ejercicio de música de cámara que sirve de preparación del terreno para la sólida solemnidad de ‘Para Silvia’, un portento de confluencia entre brillante romanticismo y grisáceo misterio. Tras la sencilla placidez de ‘El Vuelo De Los Patos Salvajes’ y la cristalina elegancia de ‘La Olla, En La Cumbrecita’, llega la brumosa aura de ‘Pasaje Seis’, una oportunidad de explorar terrenos un poco más áridos de la espiritualidad humana a punta de un delicado manejo de disonancias y síncopas, un poco al modo de una bossa nova empapada de aires concretos. ‘Etel, Mi Mamá’ y ‘Rocío Sobre Las Hojas’ se sumergen en calmas aguas pastorales cuales líricos riachuelos dibujados en un paisaje renacentista de primavera: el primero tiene un tenor más solemne debido a la prominencia de los teclados, mientras que el segundo se funda en el grácil diálogo entre la guitarra y la flauta. Por su parte, ‘Canción De Francesca’ evoca un reposado momento de pura introspección detenida en el aprecio de un sentimiento que, con todo lo conmovedor que parece ser en base a las envolventes capas de teclado en el trasfondo, se manifiesta con la sobriedad provista por la secuencia melódica desarrollada en la dupla de guitarras acústicas. No es extraño sentir ciertas afinidades con el Anthony Phillips inquieto por explorar las insospechadas afinidades de las cuerdas acústicas que se esconden tras su superficial simplicidad. Con ‘Llegó El Viento’ y ‘Mientras El Mar Moja La Arena’ pasamos a un terreno muy parecido a ese matiz tan propio del sinfonismo italiano donde se conjugan el fluido dinamismo del manierismo y la calma relajada de las sonoridades bucólicas mediterráneas (LE ORME, PFM, CELESTE), con ciertos toques del OLDFIELD compenetrado con los aires acústicos de los paisajes celtas. Estos temas encapsulan, junto con el largo tema de cierre, lo más propiamente cercano a la tradición del rock progresivo que hay en el disco. ‘Danza IV: Española’ es una danza palaciega típica del incansable interés de PINELLI por sonidos y aires ancestrales.

‘Niebla’ instaura un aire muy nuevo al transcurso musical del disco: aquí tenemos una pieza basada en teclados, muy movida por atmósferas etéreas que se sitúan a medio camino entre la ceremoniosidad refinada del new age y el aspecto más reposado del sinfonismo de orientación romántica. ‘Unos Días En El Bosque’ parece encaminarse por una dirección similar por lo que se atisba en su breve prólogo, pero pronto se devela un cuerpo central pastoral muy a lo renacentista, haciéndose eco de una de las estrategias estilísticas más usuales de PINELLI. ‘Enmendando Para Resarcir’, ‘Melania’ y ‘Sendero Secreto’ completan una trilogía de cándidos viajes acústicos alevosamente marcados por la inocencia: el primero se sumerge en solemnes aires célticos principalmente definidos por la gaita sintetizada y la gaita, el segundo establece un recurso de cálida introspección bajo una aureola infantil y el tercero perpetúa la introspección en un tenor de relajada contemplación. ‘Bahía De Ushuaia’ ocupa los últimos 13 minutos del disco, suponiendo una cúspide creativa dentro de toda la carrera de PINELLI. Este tema, inspirado en la ciudad capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, abre con una envolvente capa de teclado que permanece en el trasfondo mientras que la dupla de guitarra clásica y flauta evocan melodías contemplativas. Poco a poco, especialmente con el ingreso del cello, el asunto se pone más ceremonioso, lo cual ayuda a abrir la puerta a un hermoso motivo sinfónico poco después de pasada la barrera del cuarto minuto y medio: dicho motivo suena casi a lo THE ENID, y a pesar de su brevedad, deja un impacto para el realce del siguiente motivo, más largo, el cual desarrolla un ambiente grisáceo aunque no inquietante, algo coincidente con el primer disco del dúo alemán FÜHRS & FRÖHLING, así como con el OLDIFELD de “Hergest Ridge”. Los últimos dos minutos se focalizan en una retoma del motivo inicial, realzando su aureola envolvente y tornándolo más parco y reposado, para finalmente desvanecerse bajo etéreos sonidos de truenos y campanas de iglesia. De este modo concluye “La Era De Melania”, un disco hermoso que en muchos sentidos supone un punto culminante para ALDO PINELLI en tanto espíritu individual.

Muestras de “La Era De Melania”.-
Mientras el mar moja la arena: http://www.myspace.com/aldopinelli/music/songs/mientras-el-mar-moja-la-arena-wav-80325126
Unos días en el bosque: http://www.myspace.com/aldopinelli/music/songs/unos-d-as-en-el-bosque-wav-80325883

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